Nací una noche que el suelo estaba cubierto de blanco, tal vez por eso me gusta mucho ver nevar. Me crié en una casita de aldea donde pasaba el día en la calle, subiendo a los árboles y montando en bicicleta. Desde que adopté mi primera gatita a los 12 años siempre he tenido gatos. Ahora vivo en Gijón, aquí no nieva pero hay playa, que también me gusta mucho; sigo montando en bicicleta pero ya no subo a tantos árboles y vuelvo a tener gatos, no uno, ni dos, ni tres sino… ¡cuatro!

Estudié Gráfica Publicitaria en la Escuela de Arte de Oviedo y trabajé como diseñadora durante 10 años. Hasta que llegó un día que pensé que era mejor diseñar para los mejores clientes: los niños. Entonces nació Lauvely, mi pequeña marca de diseño, ilustración y muñecos tejidos. Y creé un montón de nuevos amigos.

Cómo llegué a hacer muñecos tejidos no lo sé. Tal vez fue porque a mi mamá siempre le ha gustado tejer. Recuerdo un día que apareció en casa con una tricotosa. Se quedó poco tiempo porque no funcionaba. ¡Ahora yo tengo una que si funciona! O tal vez, porque cuando nació Ariadna (la hija de una de mis mejores amigas) le regalé un muñeco cualquiera que se convirtió en su mejor amigo. Se llamaba Lula y la llevaba a todas partes. Siempre he tenido el pesar de que ese muñeco no hubiera sido tan especial como ella merecía. Ahora ya tiene una sirena que lleva su nombre. ¡Y ésta si es especial!

Sea como sea aquí estoy ahora, diseñando, tejiendo, cosiendo y bordando en compañía de mis cuatro gatos…

¡Bienvenidos a mi pequeño mundo Lauvely!